Problemas con el depósito de polvo en el recubrimiento en polvo: detectar y solucionar las causas
Un depósito de polvo que funcione de manera eficiente es fundamental para obtener un recubrimiento en polvo uniforme y de alta calidad. Los problemas en este ámbito pueden provocar una aplicación irregular del polvo, desperdicio de material e interrupciones en la producción. A continuación, explicamos las causas más frecuentes y ofrecemos soluciones prácticas basadas en las recomendaciones de GEMA.
1. Sobrepresión en el depósito de polvo debido a una ventilación obstruida
Si el depósito de polvo no está lo suficientemente cerca de la cabina, la ventilación puede obstruirse. Esto provoca una sobrepresión en el depósito, lo que permite que la mezcla de polvo y aire se escape de forma incontrolada.
Solución: coloque el depósito de polvo lo más cerca posible de la cabina y utilice un tubo de conexión lo más corto posible. Limpie este tubo a diario para evitar obstrucciones.
2. Presión de aire fluido o volumen de aire demasiado altos
Una presión demasiado alta o un caudal de aire excesivo pueden agitar demasiado el polvo del depósito, lo que afecta negativamente a la fluidización.
Solución: Asegúrese de que el polvo fluidificado solo «hierva» ligeramente, pero de manera uniforme. Compruebe y ajuste la presión del aire fluido según sea necesario.
3. Desgaste de las placas de fluidización
Tras un uso prolongado, las placas de fluidización pueden desgastarse parcialmente, lo que afecta a la distribución uniforme del polvo.
Solución: Compruebe regularmente el estado de las placas de fluidización y sustitúyalas si es necesario para garantizar una distribución óptima del polvo.
Si tiene en cuenta estos puntos y realiza un mantenimiento regular de su equipo, podrá aumentar la eficiencia de sus procesos de recubrimiento en polvo y evitar problemas de calidad.