Problemas de flujo en el recubrimiento en polvo: identificar y solucionar las causas
Los problemas de flujo son un problema frecuente en el recubrimiento en polvo que puede afectar a la estética y la calidad de la superficie recubierta. Este fenómeno se manifiesta en forma de estructuras superficiales irregulares, que se aprecian especialmente en aplicaciones de color uniformes o en grandes superficies. A continuación, explicamos las causas más frecuentes y ofrecemos soluciones prácticas basadas en las recomendaciones de GEMA.
1. Propiedades inadecuadas del polvo
Una distribución granulométrica demasiado gruesa del polvo puede dar lugar a superficies irregulares.
Solución: póngase en contacto con su proveedor de polvo para obtener un polvo adecuado con una distribución óptima del tamaño de grano.
2. Contaminación por polvo extraño
La mezcla de diferentes polvos o una limpieza insuficiente de la instalación pueden provocar contaminaciones que causen problemas de aplicación.
Solución: asegúrese de que la instalación se limpia a fondo, especialmente cuando se cambia de color, para evitar contaminaciones.
3. Fluidización insuficiente
Una fluidización insuficiente del polvo en el depósito puede provocar un flujo irregular del polvo y problemas de procesamiento.
Solución: Compruebe la presión de fluidización y asegúrese de que las placas de fluidización estén limpias y en buen estado de funcionamiento.
4. Técnica de aplicación inadecuada
Una guía incorrecta de la pistola o una superposición insuficiente de las pasadas de pulverización pueden provocar una aplicación irregular del polvo y problemas de fluidez.
Solución: asegúrese de que la pistola se maneja de forma uniforme y que las pasadas se solapan lo suficiente. La formación y las revisiones periódicas de la técnica de aplicación pueden ayudar a minimizar este problema.
5. Condiciones de cocción inadecuadas
Las temperaturas de curado insuficientes o irregulares pueden afectar negativamente a la estructura de la superficie.
Solución: Compruebe las condiciones de curado y asegúrese de que la temperatura y el tiempo de curado se ajustan a las recomendaciones del fabricante del polvo.
Si tiene en cuenta estos puntos y realiza un mantenimiento regular de su equipo, podrá aumentar la eficiencia de sus procesos de recubrimiento en polvo y evitar problemas de calidad.
